Importancia de planificar el tiempo libre de los niños y jóvenes

Si es docente o está interesado en mejorar la forma en que los niños y jóvenes ocupan su tiempo libre, este artículo es para usted.

En este texto partimos de la necesaria revisión de la definición de tiempo libre. Un concepto simple, pero que debe ser contextualizado en el marco de las ciencias de la educación y la psicología educativa.

Después de clarificar la relación entre tiempo libre y desarrollo psicosocial de niños, adolescentes y jóvenes; veremos las ventajas de la planificación del tiempo libre y cómo debe enfrentarse este proceso para alcanzar resultados positivos.

Le presentamos un artículo general, pero con muchas ideas importantes que podrá trasladar a su contexto para planificar el tiempo libre de una forma efectiva.

Qué podemos entender por tiempo libre

Tiempo libre es uno de esos términos que parece innecesario definir por ser de uso común y compartido.

La mayoría de las personas a las que pidamos la definición de tiempo libre van a responder apoyándose sobre todo en el sentido común. Es posible que la respuesta coincida bastante con la siguiente:

Es el periodo de tiempo que las persona destinan para actividades que no están relacionadas con obligaciones laborales y/o formativas, sino que se centran en su recreo y satisfacción.

El problema con esta posible definición es que contrapone el tiempo libre con el tiempo productivo o educativo. Los coloca en puntos contrapuestos dentro del espectro de actividades que pueden realizar los niños y adolescentes. Es una falsa contradicción.

El tiempo libre también puede, y en realidad debería, centrarse en actividades que contribuyan de forma positiva con el desarrollo psicosocial de niños y jóvenes.

En la órbita educativa, debemos entender tiempo libre como el periodo de tiempo que promueve el aprendizaje y desarrollo personal a través de la realización de actividades que no siguen la estructura y formatos tradicionales de la enseñanza en el aula.

Relación del tiempo libre con el desarrollo psicosocial

El desarrollo psicosocial de los niños, adolescentes y jóvenes es un proceso constante que no se toma licencias o vacaciones. Es decir, es un proceso que transcurre tanto en los espacios de educación formal, como en aquellos que están por fuera de la currícula escolar.

Muchos psicólogos señalan con acierto que los agentes socializadores juegan un papel fundamental en el correcto desarrollo psicosocial de los individuos.

Entre los agentes socializadores más relevantes encontramos: la familia, la escuela y el grupo de amigos y pares. Precisamente estos últimos son quienes comparten el cúmulo de actividades recreativas que conocemos como tiempo libre.

Si se planifica el tiempo libre que los niños y jóvenes comparten con sus pares, de forma tal que no pierda el carácter relajante y recreativo, pero que en paralelo promueva valores y actitudes positivas, entonces es posible lograr impacto significativo en su desarrollo personológico.

Esta reflexión nos lleva a la siguiente pregunta.

 

Por qué debe planificarse el tiempo libre de niños y jóvenes

La planificación del tiempo libre que disponen niños, adolescentes y jóvenes les permite realizar actividades con un componente educativo sin perder su carácter eminentemente recreativo.

Para responder la pregunta que recién se acaba de plantear nada mejor que abordar las 6 principales ventajas de la planificación del tiempo libre planificado.

Reduce el estrés escolar: Las actividades curriculares muchas veces desencadenan estrés en los estudiantes, producto de las exigencias propias de las evaluaciones y exámenes que deben superar. La planificación del tiempo libre puede ser un vehículo para liberar el estrés docente, mediante actividades que no están vinculadas de forma rígida a una meta determinada.

Potencia la integración social: Las actividades, fundamentalmente aquellas de tipo grupal, potencian el intercambio entre todos los participantes independientemente de las posibles diferencias que puedan existir. La planificación del tiempo libre debe propiciar el intercambio igualitario y positivo entre todos los participantes de las actividades desarrolladas.

Reafirma los roles sociales: Los roles sociales son aquellas pautas de comportamiento que alguien asume ante los demás, en parte potenciado por lo que otros esperan de esa persona. Las actividades propias del tiempo libre planificado pueden potenciar roles sociales positivos con una importante vinculación con los valores que se buscan promover.

Previene de violencia sexista: La planificación del tiempo libre es una herramienta importante para prevenir la violencia sexista. Las actividades deben ser diseñadas de forma tal que la participación sea una posibilidad tanto para niñas como para niños.

Limita los estereotipos y prejuicios: Muy relacionado con la ventaja anterior, la correcta planificación de tiempo libre puede ser un vehículo educativo magnífico para trabajar en la erradicación de estereotipos y prejuicios que aún persisten a nivel social.

Promueve conciencia ambiental: Finalmente, teniendo en cuenta que muchas de las actividades para tiempo libre se desarrollan en entornos naturales, es un momento propicio para promover conciencia ambiental. Esta conciencia medioambiental se puede promover realizando actividades de cuidado de la naturaleza, o simplemente haciendo consientes a los niños y adolescentes participantes de la importancia limitar o corregir en la medida de lo posible el impacto en el medio ambiente.

 

Cómo planificar el tiempo libre educativo

La planificación del tiempo libre ha cobrado tanta importancia en la actualidad que se ha profesionalizado.

Los profesionales encargados de diseñar planes y actividades para el tiempo libre se conocen como animadores, promotores y otras formas. El nombre propiamente dicho no es tan importante, como sí lo es su capacitación psicoeducativa para desempeñar esta profesión de forma efectiva.

Para planificar el tiempo libre educativo de los niños y jóvenes deben seguirse los siguientes pasos:

  • Identificar las necesidades educativas y sociales de los estudiantes a los que apunta la planificación del tiempo libre.
  •  Analizar el entorno y recursos disponibles para el desarrollo de actividades para tiempo libre.
  • Trazado de objetivos psicoeducativos más adecuados de acuerdo a las caracterizaciones realizadas.
  • Planificación y diseño de las actividades a realizar, atendiendo a las particularidades grupales e individuales de los participantes.
  • Desarrollo de las actividades planificadas.
  • Evaluación psicoeducativa del impacto de las actividades en el desarrollo de los niños y niñas de acuerdo a los objetivos trazados.

Por supuesto, para poder ejecutar todo este proceso es necesario contar con un conjunto de conocimientos y habilidades psico-educativas que pueden adquirirse a través de las distintas formaciones existentes.

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